Mis Grandes descubrimientos

En mi vida se han producido una serie de grandes descubrimientos que me han dejado perpleja y, a la vez, han logrado facilitarme sensiblemente la existencia.
 El primero aconteció gracias a un antiguo amante (jajaja, queda mucho mejor que lo de ex).
 Me descubrió, que en Madrid, el metro siempre llega al anden por la derecha.
 Si, puede parecer un descubrimiento nimio, pero me ayudó mucho, y es más, logró que disminuyera sensiblemente mi habitual dolor de cervicales. Solo por eso, ¿deberé estarle eternamente agradecida?, noooo, tampoco es tan buen descubrimiento.
El segundo se lo debo a mi bien considerado amigo Miguel, emparentado recientemente con mi familia.
Miguel me consiguio que comprendiera que la numeración de las grandes carreteras nacionales no era casual, fruto del antojo de no sé que ingeniero demenciado. No, las grandes nacionales españolas que parten de Madrid siguen el orden de las agujas dl reloj empezando por Burgos (por si alguien no lo recuerda: N I).
 Este descubrimiento  me salvó de lo que seguramente hubiera sido un accidente seguro, ya que el Gobierno de la Nación no cree necesario decirnos en los carteles informativos hacia donde nos llevan esas Nacionales, solo su número.
Ahora, tengo que pensar en un enorme reloj imaginario en el que en lugar de las horas coloco las ciudades de la geografía española, y ya se que a las tres me voy a Vaelncia, y si llego tarde, a las cuatro puedo salir para Andalucia. No digais que no es un gran descubrimiento. Mil gracias Miguel.
 Seguiremos otro día.